Biografia del sabio caldas

Nace en Popayán en  1768, hijo del Español Don José de Caldas  y de Doña Vicenta Tenorio y Arboleda, natural del Nuevo Reino de Granada no se conoce fecha exacta de su nacimiento, se presume que pudo haber sido un 4 de octubre, día de San Francisco de Asís; lo cierto es que Caldas fue bautizado el día 17 de Noviembre de 1.768 en la Iglesia Catedral de Popayán.

Sus primeros estudios los realizó en el colegio Seminario de Popayán, donde cursó latinidad y filosofía bajo la dirección de José Félix de Restrepo. Cercano a los 20 años de edad, el 21 de Octubre de 1.788, obtuvo la beca de colegial en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario donde llegó a seguir la carrera de Jurisconsulto, solo para dar gusto a su padre, pues, realmente, dedicó gran parte de su tiempo a las ciencias físicas y matemáticas; y con particularidad a la Botánica y  la Astronomía. Luego de culminar sus estudios de Derecho en 1.793, Caldas se radico en Popayán donde obtuvo el empleo de Padre General de Menores.

En el año de 1.795 debido a la difícil situación económica de su familia, se dedicó al comercio de ropas en Timaná, La Plata (Huila), trabajo que debió interrumpir años después por la pérdida de una cantidad considerable de dinero y mercancías.

Desde que estudiaba en Popayán Caldas se inclinó por el estudio de las Matemáticas y la Astronomía. En los primeros meses del año de 1.797 aprovechando su estadía en Popayán, fabricó varios instrumentos que le ayudaron en sus observaciones astronómicas. A finales de este año  reanudó sus viajes,  en estos observo por vez primera un eclipse de luna; realizo observaciones de los solsticios, determino latitudes, levanto la carta de Timaná (concluida en Febrero de 1.798), y fijo la longitud de Popayán mediante la observación de la emersión del primer satélite de Júpiter, el 22 de Diciembre de 1.798.

En Febrero de 1.801 se publicó en Santafé de Bogotá el primer número del  “Correo Curioso”  periódico en que Caldas colaboro con su trabajo “Observaciones sobre la altura del Cerro de Guadalupe que domina esta ciudad (de Santafé).

Desde 1.802, cuando ya hacía parte de la Real Expedición Botánica por invitación del sabio naturalista José Celestino Mutis, hasta 1.805, efectuó numerosas observaciones, mediciones y verificaciones en el trabajo de campo realizado en Ecuador. Para el mes de Diciembre de 1.805 Caldas regreso a Santafé con la esperanza de tomar las riendas de la Real Expedición, cargo que le había sido prometido por el sabio Mutis, pero que fue encargado a Sinforoso Mutis, sobrino de éste. A cambio,  como desagravio, Mutis le encomendó la dirección del Observatorio Astronómico, a lo cual años después Caldas comento: “Este sabio siempre me alimentó con esperanzas y ofertas que no supo cumplir mientras vivió… En fin, murió y  me dejó sin ninguna recompensa de tantos trabajos hechos con el mayor celo y honor, y en su última voluntad me separó con la mayor ingratitud e injusticia de la parte botánica en que había hecho tanto mérito…”

Durante esta etapa, Caldas fundo y dirigió el Semanario del Nuevo Reino de Granada (Enero 3 de 1.808), donde publicó textos científicos de gran importancia entre los que se destacan: “Del Influjo del clima sobre los seres organizados”, y “Estado de la Geografía de Santafé de Bogotá con relación a la Economía y el comercio”.

El día 13 de Mayo de 1.810, Caldas contrajo matrimonio por poder con su parienta María Manuela Varona y Varona  hija de José Félix Varona y Escobar y María Josefa Varona Hurtado y Arboleda, prima de Caldas; matrimonio que se llevo a cabo en Popayán y, que aunque duro solamente seis años, dio por fruto los siguientes hijos: Liborio María (1.811), María Ignacia (1.812), los que murieron a tierna edad; Ana María, Juliana y Carlota Caldas, que nacerían posteriormente. A pesar de todo, no quedó descendencia directa alguna de Francisco José de Caldas, ya que años después, Dolores hija única de Juliana, murió sin dejar descendencia.

El día 20 de Julio de 1810 el mismo sabio Caldas relata los incidentes sucedidos en aquel día: “Don José Llorente, español y amigo de los Ministros opresores de nuestra libertad, soltó una expresión poco decorosa a los americanos esta noticia se difundió con rapidez y exaltó los ánimos ya dispuestos  a la venganza. Grupos de Criollos paseaban alrededor de la tienda de Llorente, con el enojo pintado en los semblantes. A este tiempo paso un americano que ignoraba lo sucedido, hizo una cortesía de urbanidad a este español; en el momento fue reprendido por don Francisco Morales y saltó la chispa  que formó el incendio y nuestra libertad…” Caldas omitió decir que el americano a que alude fue precisamente él mismo, y por consiguiente tenemos que la chispa de la independencia saltó por un acto de cultura suyo.

Después del 20 de Julio de 1.810, la Junta de Gobierno delego a Caldas y a Joaquín Camacho, la realización de un periódico propagandístico de las ideas independentistas, al que se bautizo  con el nombre de “Diario Político de Santafé” y cuyo primer ejemplar circuló el 27 de agosto de mismo año.

En 1.813, y en plena época de la llamada “Patria Boba”, Caldas participo en la rebelión armada contra el presidente Nariño y al ser derrotada la fracción rebelde, debió viajar a Cartago (Valle) con el plan de seguir más adelante camino a Cartagena, pero se detuvo en el Estado de Antioquia, por llamado del dictador Juan del Corral, quien le confirió el grado de Coronel de Ingenieros  y lo encargó de varios asuntos de urgente necesidad militar, entre ellos la fortificación de los pasos de la Cana, Bufú y Arquía, en el río Cauca, labor que conjugo con el establecimiento de una fundición de artillería, una fábrica de nitro, otra de pólvora, la confección de fusiles, la hechura de maquinas de acuñar monedas, indispensables para una casa de moneda,  y en Octubre de 1.814 funda la Primera Escuela de Ingenieros Militares.

En el año de 1.815 es llamado por el gobierno general, del que entonces era presidente su primo Camilo Torres y Tenorio, para hacerse cargo de la fundación y dirección de una Escuela Militar, el trazado de un Atlas de la República y de una carta general de la misma, proyectos que se vieron frustrados tras la caída militar de Santafé.

Como todo buen americano, Caldas decidió apoyar la emancipación política de España y tomo parte en el proceso de Independencia. Sin embargo, tras la derrota sufrida por las tropas independentistas a manos del ejército realista en  la batalla de la Cuchilla del Tambo, en plena reconquista española Caldas se refugia en la hacienda de su familia; en Paispamba.

Así, en la mañana del 29 de Octubre de 1.816, en la vieja plaza de San Francisco, en Santa fe, a la edad de cuarenta y ocho años, Francisco José de Caldas cayo bajo el fuego inminente del ejército español, que cruelmente cegó la vida del “científico”, pero no su espíritu y producción intelectual para las generaciones futuras, pues como él lo sentenció, a manera de oráculo: “La posteridad es justa, ella vengará las injurias hechas a las ciencias”.